19 de abril de 2012

Loco Loco

En mi camino de racionalizar y elaborar hipótesis de todas mis vivencias de vida me cruce de repente con eso que los poetas llaman AMOR. No sé en que momento baje la guardia, solo recuerdo que de un momento a otro me encontré revelando sentimientos que se contradecían pero al juntarse provocaban una enorme felicidad. The Truman Show vino a mi mente, todo encajaba perfectamente: yo, ella, el entorno, todo lo que estaba a punto de suceder parecía estar escrito de antemano, un Deja Vu después de otro, mi mente estaba  asombrada de ver como aparecían todas las señales precisa y oportunamente en el momento en que tenían que encajar armónicamente en la línea de tiempo. Quise escapar, no ser parte de una novela tan predecible, rebelarme contra el destino, SI!, eso iba a hacer!, yo decido... o no, algo se enciende en mi alma y no lo puedo contener, escapar es imposible... no soy tan fuerte, no quiero ser "fuerte".
Luego del primer contacto quede dividido en dos personas: el Yo narcisista y autosuficiente por un lado y el Yo enamorado por el otro. Estoy viviendo un triangulo amoroso del cual el yo narcisista es excluido de toda actividad y solo reaparece cuando la realidad golpea demasiado fuerte la “nube rosa”.
No escribo esto para que “ella” lo lea y me regale un hermoso momento luego de terminar de leerlo, lo hago por miedo a desaparecer y no volver jamás. Siento que cuando estoy solo sufro momentos de lucidez y los quiero aprovechar para dejar registro de los hechos. A medida que pasan las horas siento como poco a poco voy tornándome transparente; mi tiempo se esta terminando, el yo enamorado envuelve todo nuestro cuerpo ¿que va suceder después? Morir nunca me importo, ahora no lo sé. ¿Acaso ya desaparecí? Estoy lleno de inseguridades y anhelos, ya no me salen las palabras... solo siento.

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